Triduo de La Milagrosa 2019

El pasado miércoles 27 de noviembre concluyó el Triduo de La Milagrosa, con la Misa en honor de la Virgen, y que este año ha querido fijarse en María como mayor ejemplo de «misionera» para todos nosotros.

El pasado más misión lo extraordinario convocado por el papa Francisco para octubre 2019 tuvo como lema: «Bautizados y enviados: la iglesia de Cristo en misión en el mundo«. Este año el triduo de La Milagrosa fue desgranando este lema, poniendo la mirada en María, ya que durante este curso ése será el hilo conductor en la UP.

El lunes en la celebración de la palabra podemos ver como María en las bodas de Caná tiene una mirada atenta a la realidad que la rodea, para prestar especial atención a las necesidades y a los más necesitados.

El martes en la eucaristía nos fijamos en la Anunciación, siguiendo la primera parte del lema: «Bautizados…». El mismo Jesús en el evangelio dijo que su madre y sus hermanos son los que escuchan la palabra de dios y lo cumplen, y nosotros como bautizados y estamos llamados a seguir a Jesús para poder vivir plenamente nuestro bautismo recibido. Y quien mejor que María como mujer que escucha la palabra, la acoge y la hace vida.

Finalmente el miércoles en la misa de la milagrosa vimos como María no se guarda la Palabra para sí, sino que inmediatamente se pone en camino al saber que Isabel su prima puede necesitar de su ayuda. Y esto es fuente de la mayor alegría para Isabel y también para ella misma. En la Visitación, siguiendo el lema, «… y enviados», nosotros también somos enviados a hacer como ella, atender a los más necesitados y llevarles la razón de nuestra alegría.

Tras el beso a la medalla de La Milagrosa y la entrega de medallas, la celebración tuvo prolongación con la invitación a participar en los Círculos del Silencio, mostrando así la continuación de lo celebrado con el compromiso concreto.