Parece que todo comienza aquí, pero no es así. En realidad todo el tiempo de noviazgo ha sido ya un proceso juntos, que desemboca en el día de la celebración del Matrimonio. Y no termina ahí, más bien arranca en todo su esplendor.
Al menos 6 meses antes…
Lo primero de todo es pasarte por tu parroquia (al menos 6 meses antes de la fecha que tengan pensada) y quedar para hacer una primera acogida. Actualmente Fran, el párroco, es quien está haciendo las acogidas matrimoniales en nuestra UP. Con él podéis ir viendo la fecha, el sitio, la vinculación que tenéis con la parroquia, la motivación que os ha llevado a querer casaros… y también os explicará cómo es el proceso.
Procurad pasaros primero por la parroquia, para asegurar que la fecha y lugar están disponibles (antes de reservar todo lo demás: banquete, etc.).
— Folleto y web de la diócesis: Pinchando aquí.
6 meses antes…
Los Encuentros Prematrimoniales en la parroquia se realizan el primer trimestre del año. Habitualmente la UP ofrece unos encuentros, en colaboración con la Delegación de Pastoral Familiar diocesana. Suelen ser de un día completo, sábado o domingo, según la disponibilidad de los participantes. La mañana se aprovecha para profundizar de una manera amena, con videos, dinámicas… Se para para ir a comer juntos, y a la tarde se comparten experiencias con otras parejas y matrimonios, terminando con una Misa juntos y preparada por todos.
En cualquier caso, si hay problema de fechas o de disponibilidad, las parejas pueden hacer los Encuentros con otras parroquias, y aportar el certificado de realización de los mismos en el momento de hacer el Expediente.
2 meses antes…
Una vez realizados los Encuentros prematrimoniales, al menos 2 meses antes de la boda, nos reuniremos para realizar el expediente matrimonial. Lejos de parecer un mero trámite, para los novios resulta un paso importante en el compromiso concreto que van a adquirir el día de la boda: el día del expediente se manifiestan el uno al otro que van libremente y por amor a la boda.
También son necesarios 2 testigos del expediente, que no tienen por qué coincidir con los de la boda. Los del expediente interesa que sean 2 personas que conozcan lo máximo posible a los novios y den fe de que van a casarse porque libremente así lo han decidido, porque quieren un matrimonio católico y que no les consta ningún impedimento para ello. Los de la boda son 2 personas que dan fe de que han estado en la celebración y ésta se ha realizado adecuadamente.
También el día del expediente es cuando se aportan los documentos necesarios, que previamente los novios han recopilado: partidas de bautismo de ambos, fotocopias del DNI de ambos, certificado de nacimiento de ambos, certificado de fe de vida y estado de ambos, y otros documentos que puedan hacer falta (que se habrán indicado previamente en la acogida).
El día del expediente también quedaremos para preparar la celebración.
También 2 meses antes…
Ya sólo queda preparar la celebración. Un par de meses antes, con el sacerdote/diácono que va a acompañar en la boda, hay que quedar para preparar toda la ceremonia. Los novios suelen elegir música, adornos… pero no sólo es eso. Lo primero y más importante es lo que solemos llamar la liturgia de la celebración, es decir, los elementos propios del sacramento que vamos a celebrar: saludo de entrada, las lecturas de la Palabra de Dios que más significativas sean para ellos, la fórmula del consentimiento que se va a utilizar, los signos de los anillos y las arras, las peticiones y ofrendas (si se quieren hacer)… Todo ello se va concretando acompañados por el ministro que va a celebrar con los novios ese día, a veces incluso en el mismo lugar de la boda, para ubicarse ya directamente en el sitio.
La boda
El día de la boda no caben los nervios: tenéis todo más que preparado. Sólo disfrutar.
Al terminar la celebración, se firmará la última página del Expediente, a modo de acta de la celebración, por los novios, el ministro y 2 testigos. Y se entregará a los esposos el certificado para entregar en el Registro Civil para la inscripción del matrimonio y la entrega del Libro de Familia.
¡Que vivan los novios!
Después de la boda…
Pero la cosa no termina aquí… ¡empieza! Con el «sí, quiero» arranca toda una vida de entrega del uno al otro, para hacer cada día un poco más feliz al otro, más santo, hacerle crecer.
Por ello, también entorno a las Navidades invitaremos a todos los recién casados de ese año a un encuentro, para volver a vernos, compartir fotos y anécdotas de ese día tan especial, compartir nuestras vivencias y cómo se ha ido luego aterrizando en el día a día… Porque camino del matrimonio nunca lo hacemos solos, y también con esas otras parejas hemos compartido un vínculo especial. Así, entre fotos y cafés, compartimos también juntos nuestras vivencias,